EL DESTIERRO A BABILONIA

Como vimos anteriormente el reino se fracciona y la decadencia del reino del norte hace que el pueblo sea desterrado a Nínive por el imperio Asirio en el año 721 y posteriormente el reino de Judá también es desterrado.

Conquista de Babilonia en el año 539 por los persas en el reinado de Ciro el grande, nueva etapa en la historia de Israel. 

Después de la deportación, sólo las clases más pobres quedaron en Judea. El templo fue destruido y la mayor parte de los sacerdotes desterrados, desplazando el eje espiritual a Babilonia, la ruina de Jerusalén puede leerse como castigo por las reiteradas infidelidades de Israel. Los desterrados no eran propiamente esclavos, disfrutaban de una relativa libertad. En esta época se ubica la obra del profeta Ezequiel, se preocupa de condenar las prácticas idolátricas y sincretistas de los israelitas; tienen contacto directo con la cultura y la religión babilónica durante el destierro se desarrolla definitivamente el monoteísmo: frente a las religiones paganas, Israel no cae en el sincretismo, sino que refuerza su fe en el único Dios.

SENTIDO ESPIRITUAL PARA EL CRISTIANO: todos en algún momento hemos sido deportados por el pecado. El alejarnos de Dios nos lleva al abismo, a la muerte. Alejados de nuestra tierra, seguridad, familia. Somos desposeídos  en vida. Cristo es nuestro redentor y restaurador. Con El todo lo podemos, seguir su camino implica abandonarse totalmente en su amor. 

Fuentes consultadas: CHARPENTIER, E. (1987) Para leer la Biblia.
                             http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/ng_magazine/reportajes/7819/israel_exilio_destierro_babilonia.html