miércoles, 25 de febrero de 2015

PATRIARCAS

LOS PATRIARCAS


Para comenzar a tratar el tema de los Patriarcas que son los que dieron origen al pueblo de Israel, es conveniente conocer un poco sobre el contexto donde se desarrolla la vida de estos padres de la fe y la nación hebrea. Israel como pueblo, primero que todo no se originó de la noche a la mañana sino que es el resultado de numerosas emigraciones arameas que en el siglo XVIII a. C., descendieron del norte para establecerse en Palestina.

En un sentido más preciso y corriente, se incluye a los padres antediluvianos de la raza humana y, más particularmente a los progenitores de Israel: Abraham, Isaac y Jacob. Estos son los patriarcas en sentido estricto.

En la historia bíblica surge el origen del pueblo hebreo en el llamado que Dios le hace a Abraham.  Este personaje era oriundo de Ur de Caldea, allí fue donde Dios le ordenó que saliera de su tierra con la promesa de hacer de él una gran nación. 


ABRAHAM

Según la historia bíblica presenta a este personaje como el principal patriarca del pueblo de Israel,  heredero de la gran promesa de Dios. 

Surge entonces la pregunta ¿Quién fue Abraham? En el libro del Génesis podemos leer la narración donde este hombre vivía con su esposa y sus familiares en una ciudad llamada Ur (caldea); supuestamente vivía estaba cómodo, era próspero y estaba económicamente muy bien. Es en esta ciudad de Caldea donde recibe su vocación, es decir, Dios le habló y le dijo: “Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré” (Gn 12, 1). Abraham obedece el mandato de Yahvé y apoyado en la promesa: “De ti haré una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre; y sé tú una bendición. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra” (Gn 12, 2-3). Toma a su esposa Sara y a su sobrino huérfano, Lot. La pareja no tenía hijos. Partieron para un viaje que iba a durar mucho tiempo. La confianza total en Dios y en su promesa hizo que se ganara la fama de “Padre de la fe”.  Dios reitera sus bendiciones al hijo que Abraham y Sara tienen en su ancianidad, Isaac.


ISAAC

En la narración bíblica aparece Isaac como uno de los tres principales patriarcas del pueblo de Israel, según el libro del Génesis este personaje es el hijo de Abraham y Sara, que tienen en su ancianidad. 

Dios le pide una prueba de fe a Abraham y manda que sacrifique a su hijo, esto no se da porque Abraham demuestra una fe profunda en Yahvé. Algunos autores legitiman el “no sacrificio” de seres humanos en el culto judío.  Isaac se casa con una mujer llamada Rebeca y tiene dos hijos: Esaú y Jacob. Isaac es el continuador de las promesas de Dios y es el portador de la bendición recibida en Abraham.  


JACOB

El Patriarca Jacob aparece en el escenario bíblico como el segundo  hijo de Isaac y Rebeca, tiene un hermano gemelo, Esaú.  Su historia es algo épica desde un comienzo. El patriarca Isaac prefería desde un principio a Esaú, mientras que Rebeca sentía un sentimiento de protección hacia el hijo menor. Jacob quería tener la primogenitura así que se la compra a su hermano por un plato de lentejas. Jacob suplantará a su hermano para recibir la bendición de Isaac, después huye y llega a Haran, la tierra de Rebeca y se une con Lía y Raquel, de estas dos y de sus esclavas tiene 12 hijos. Recibe el nombre de Israel, en una misteriosa batalla con Dios, este nombre significa: el que combate con Dios y lo vence. Luego se reconcilia con su hermano Esaú.  Los nombres de los hijos de Jacob son los titulares de las 12 tribus de Isarel.

SENTIDO ESPIRITUAL PARA EL CRISTIANO: cómo creyentes en el Dios de Israel, en el Padre de una gran nación, el Dios único y verdadero, podemos encontrar cómo desde todos los siglos El ha venido llamando a hombres y mujeres para darles una misión y cumplir sus promesas; es el caso del primer patriarca Abrahán, que recibiendo el llamado que le hacía el Señor, sin cuestionar nada obedece a su plan con una fe profunda y grande. Y, así, día a día, Dios se da a conocer en los momentos felices de nuestra vida humana: en el nacimiento de un hijo, en el enamoramiento en la juventud, en el comenzar la vida lejos de casa, en las luchas diarias de la vida y en la espiritualidad que es un encuentro personal con El y con su amor.


Fuentes consultadas: COLLIN, M. (1987) Abrahán
                               WENIN, A (2006) La historia de José
                               MIRANDA, J. (1996) Lecciones bíblicas.

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